Solo pido que no me faltes nunca.

Hace tiempo aprendí, a sacar una sonrisa cuando solo quería encerrarme y desaparecer, de quedarme a solas, y por un momento sentirme amiga de la soledad. Pero tu estabas ahí, para apoyarme, para no dejarme caer. Ahora te debo también las gracias. Gracias a tí, he aprendido que la esperanza es lo ultimo que se pierde.

Y me he dado cuenta que la necesito, porque la hecho de menos cuando estamos tiempo sin vernos, porque sé que nunca va a fallar y porque ella es ella y siempre estará conmigo.